Poblador muestra rana ya afectada por la contaminación del lago Junín. Esto se puede afirmar debido a su tamaño y peso, que son inferiores a los que solía tener su especie.
En el año 1996, el primer Centro Experimental de Ranas inició un proyecto, que tenía como objetivo evitar la extinción de la rana gigante, batracio que habita en las lagunas de la cuidad de Junín. El resultado de este esfuerzo fue la reproducción de 10 000 ejemplares en cautiverio, sin embargo, casi todas han muerto o han disminuido de tamaño como consecuencia de la contaminación causada por los relaves mineros, lo que las lleva a estar nuevamente en extinción. Este es uno de los ejemplos de las irremediables consecuencias que trae esta contaminación a gran escala; no obstante, existen muchos más casos, como mencionaremos a continuación.

Lago Junín
En las zonas de la Sierra, es común que las lagunas y ríos se encuentren infestados de relaves mineros, ya que normalmente son utilizados como represas por las empresas mineras cercanas. Un claro ejemplo es el Lago Junín, el cual se encuentra dentro de la Reserva Nacional de Junín. Este lago, actualmente, contiene gran cantidad de residuos de metales como hierro, arsénico, cadmio, mercurio, zinc, plomo, manganeso y cobre, provenientes del Complejo Metalúrgico de la Oroya, los cuales ocasionan la muerte de la mayoría de la flora y fauna que ahí habitan. No solo ocurre esto por infección o contacto con los minerales, pues también está el caso de la oxidación del manganeso y el hierro proveniente del río San Juan. Las partículas de la oxidación de estos metales, además de darle una tonalidad roja al agua, recubren la superficie del lago, lo que impide que las algas y plantas acuáticas realicen la fotosíntesis y finalmente les produce la muerte.
Valle del río Mantaro.
Además, los minerales del lago Junín, aunque en menor cantidad, también llegan a los ríos afluentes del lago, lo cual ha llevado a la prohibición de la pesca en estos lugares, ya que la fauna suele estar infectada. Por otro lado, según las estadísticas, en el año1978 en la Reserva Nacional de Junín existían 368 especies de plantas y 98 especies de aves, pero, en el año 1998, tan solo quedaban 26 especies de plantas y 36 de aves. En otras palabras, la flora y fauna se ha reducido en un 80%. La contaminación tan agravada en esta zona no es nada fácil de remediar, pues ya 80 hectáreas alrededor del Lago se encuentran inutilizadas. Por ello, el diario El Comercio señaló que aunque se dejara de verter los relaves en la laguna de Junín, tendrían que pasar 500 años para su rehabilitación. Asimismo, es importante resaltar que el río Mantaro, el cual se considera como uno de los ríos más contaminados del país, tiene sus orígenes en la laguna Chinchaycocha (laguna de Junín), es decir, sus aguas están contaminadas desde su nacimiento. Además, en su recorrido el mismo Complejo Metalúrgico de la Oroya incrementa este grado de contaminación, ya que vierte cada día en las aguas del río Mantaro 1000 toneladas de bióxido de azufre, 2500 toneladas de plomo, 2500 toneladas de arsénico, 20 toneladas de cadmio y 20 toneladas de material particulado. Por ello, se dice que el río y el valle del Mantaro están 100% muertos.


El suelo es un complejo sistema que se ha formado en millones de años y muchas veces factores negativos influyen en su normal desarrollo, algunos de los cuales son provocados por la actividad humana, como la minería. Por ejemplo, una de las consecuencias negativas que esta trae al subsuelo es la eliminación excesiva de nutrientes al momento de realizarse las excavaciones para elaborar los túneles que conducen los relaves mineros. Otra de las consecuencias ocurre cuando no se realizan bien estos túneles y los relaves contaminan el subsuelo. ¿Por qué es preocupante que los relaves contaminen el subsuelo? Esto es preocupante porque el subsuelo presenta relaciones fundamentales con el desarrollo de la vegetación. No obstante, empresas mineras como Puquiococha no toman las medidas de precaución necesarias para evitar este tipo de contaminación. Por un lado, esta contaminación ocasiona que la infertilidad de la tierra en estos sectores sea de un nivel sumamente alto, lo que a su vez trae consigo pobreza en localidades como Yauri, ya que la principal fuente de recursos para los pobladores de Junín es la agricultura. Por otro lado, en algunos sectores aún las tierras no son totalmente infértiles, sin embargo, estos sembríos crecen con notable deficiencia y, como es de suponerse, estos se encuentran contaminados debido a los desechos tóxicos que absorben de la tierra. El consumo de estos sembríos ha producido enfermedades letales, como el cáncer, tanto para la población de estos sectores, como para aquellas zonas donde han sido distribuidos.

La situación de contaminación del medio ambiente en Junín también produce efectos negativos en la salud de la población. Uno de los casos que refleja esto es el los pobladores de Vitoc, distrito ubicado en la provincia de Jauja. Los habitantes de dicha zona se ven perjudicados por los relaves de plomo que llegan a los ríos Tulumayo, Chanchamayo y Perené, a través del río afluente Aynamayo, el cual se encuentra a corta distancia de las instalaciones de la minera San Vicente, de propiedad de la compañía San Ignacio de Morococha S.A. Esta, a pesar de contar con una tubería para trasladar los restos químicos hasta una planta de tratamiento, arroja parte de los relaves a este río para evitar que inunden las canchas de relaves y piscinas de tratamiento de aguas que tiene la minera. Estos restos químicos provienen de ácidos muy fuertes, por lo cual su presencia en las aguas atenta en contra de la salud de la población, ya que normalmente esta la usa para su consumo. Como consecuencia de esto, los niños de Vitoc sufren de problemas a la piel, como la dermatosis, además de complicaciones gastrointestinales. Otro caso es el de La Oroya, donde la contaminación por metales pesados provenientes de los relaves pone en riesgo la salud de la población, ya que estos ocasiona daños graves en distintas partes del cuerpo. Por ejemplo, uno de estos es el plomo, que daña principalmente la sangre, el sistema nervioso central, el sistema reproductivo y los riñones. Estos son dos casos de los innumerables problemas a la salud que diariamente enfrentan los habitantes de Junín por causa de los relaves.

Por lo expuesto en este texto, se puede notar que la contaminación de Junín por relaves mineros no solo afecta la fauna y flora acuática por motivo de la contaminación de lagos y ríos, como es el caso del lago Junín y el río Mantaro, sino también afecta gravemente al subsuelo, lo cual ocasiona infertilidad de la tierra y además provoca efectos negativos en la salud de la población de esta zona. Es por ello que se debe tomar conciencia y prestar especial cuidado al medio ambiente, para de ese modo evitar daños irremediables.